Page 30 - Tài liệu Ebook cây cảnh Bonsai espagnole
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Así, si nuestro Bonsai ha sido trasplantado el año pasado, no necesitará de un
nuevo trasplante hasta dentro de dos años, si es de una especie de hoja caduca, o
hasta dentro de cuatro años si se trata de una especie de hoja perenne.
Por supuesto, si el árbol tiene algún problema de crecimiento radicular, tal como
podredumbre de raíces, debemos trasplantarlo inmediatamente.
Algunos árboles, sin embargo, pueden necesitar de un trasplantado más frecuente,
bien sea por su rapidez natural de crecimiento, o bien porque estemos forzándolo a
crecer mediante un programa intensivo de abonado. El sauce, por ejemplo, puede
necesitar un cambio de suelo, incluso dos veces al año.
Aquí solo trataremos el trasplante de establecimiento, en otras secciones se trata el
resto de trasplantes.
Si graduamos la edad de un Bonsai por los años de cultivo como tal (niño, joven,
adulto, anciano), el trasplante de establecimiento corresponde a un árbol de edad
joven.
Se efectuó ya hace dos o tres años el trasplante de creación, y ahora la copa está
casi formada. Mediante el trasplantado que ahora nos ocupa, vamos a hacer posible
que las raíces puedan mantener la creciente densidad de la parte aérea del árbol.
En esos dos o tres años en que las raíces han crecido libremente, y si hemos
seguido un correcto programa de abonado y riego, nuestro casi Bonsai habrá
emitido durante el primer año una gran cantidad de raicillas, de las que ahora debe
estar totalmente llena la maceta.
Algunas de ellas serán ya demasiado gruesas, y quizá algunas de las más cercanas
a la capa de drenaje estén podridas.
Estamos al final de invierno o principio de primavera, y al igual que en el trasplante
de creación, trabajaremos a raíz desnuda. Para limpiar la tierra, utilizaremos agua a
presión, de modo que dañemos el mínimo de raíces posibles.
Es frecuente también que en el trasplante de creación no cortáramos
suficientemente la raíz pivotante, para mayor seguridad. Ahora debemos hacerlo,
puesto que el tronco debe tener suficientes raíces laterales. Este es también el
momento en que podemos plantar nuestro árbol en una maceta de Bonsai.
Así como hace dos años lo más importante era establecer las dimensiones de la
base del futuro cepellón de raíces, ahora nuestra atención debe fijarse en la
dirección en la que crecen y en el vigor con que lo hacen. Algunas de ellas serán
más fuertes que las demás, y cortaremos de modo que todas ellas se igualen en
fuerza: no cortaremos las muy finas, y acortaremos más las gruesas que las de
tamaño medio.
Probablemente, debido al rápido crecimiento de las raíces, el cepellón esté
completamente enmarañado. Puesto que se tratará de raíces finas, muy sensibles
al contacto con un material duro, como hierro o madera, ahora son nuestros dedos
los que realizarán el desenmarañado.
Sobre una superficie lisa, las iremos extendiendo en longitud. Para evitar que se
sequen, las pulverizaremos frecuentemente con agua.
Manual del bonsai ---==== 2004 ====---- 29